ALMAS, ITACA TEATRO, SÁBADOS 18.15 HS

Una mujer sufre una disociación, una dicotomía entre lo carnal y lo espiritual. Está obsesionada por buscar las almas que habitan en distintos seres. En ella existe una disputa que parece difusa, porque sus valijas llegan de un viaje incierto hasta su casa, y pretende ser atendida con exigencias más que exageradas, por otra mujer que la asiste.

Convive con Danilo, su marido, que lo único que parece hacer es sudar y desprender hedores. Cuenta que el cuerpo de Danilo es de una piel bien lisa, como la de un bebé, con solo dos pelos en sus tetillas que a veces tira para jugar.

Los cuchillos parecen ser parte de un plan que la involucra y no conoce del todo, pero que la irá transformando en esa otra que se muestra intermitentemente, entre lo sutil y lo grotesco.

Es que en “Almas”, nacida desde la formidable dramaturgia de Griselda Gambaro, quizás no sea importante entender una historia concreta, sino que debe procesarse desde otra perspectiva, en donde habitan personajes que se mueven en un clima de violencia soterrada, donde el poder y el miedo marcan todas las relaciones.

No hay una identidad clara, todo resulta cambiante, en permanente metamorfosis. Existen ocultamientos (infidelidades) y contradicciones (quien es la que manda o la que tiene más poder) que hacen que estas mujeres sean incapaces de reconocerse plenamente.

Otra cuestión que se marca fuertemente, de la mano del director Patricio Azor, es la imposibilidad del diálogo.

La incomunicación resulta una constante; estas mujeres hablan y a veces emiten sonidos guturales, aunque todos son momentos de incomodidad. Rara vez se escuchan o se entienden, ni siquiera con el llamado de una campanilla, lo que genera desencuentros y aislamiento, creando un clima entre angustiante y extraño.

No importará si alguien viene a visitar a la dueña de casa, ni quien es el almirante o la nota que dejarán en blanco. No importará el regalo de una sandía, ni otra cosa que aparezca, sino la ya imparable transformación de esa mujer elegante y sutil del comienzo, que dejará brotar desde su interior a otra, más descarnada, con su cuerpo sobre el piso y el maquillaje corrido, con el desequilibrio que hará emerger otra dimensión de la misma que peleaba por liberarse.

Almas, interpretada por Ximena DiToro y Alcira Serna, en Itaca complejo teatral, los sábados 18.15 hs. Entradas por Alternativa Teatral.

Informe de Adrián Maglieri (Antimedio del Sur) para Identidad Play / By_notibera_Servicios