Historia local

Piden salvar «La Chaqueña»

Distintos sectores de la comunidad de Berazategui, se pronunciaron estos días ante la inminente venta del edificio donde alguna vez funcionara la tradicional panadería «La Chaqueña», sita en Av. Mitre entre 23 y 24 de este distrito.

Dicha propiedad, bastante vencida ante el inexorable paso de los años, fue alguna vez, la vivienda de una mujer con gran protagonismo en la historia de inicios del siglo XX, Julieta Lanteri, una de las primeras mujeres médicas del país, y la primera italiana recibida de doctora en la Argentina.
Julieta Lanteri fue bautizada como Julia Magdalena Án-gela, había nacido en Cuneo, Italia, el 22 de marzo de 1873. A la edad de seis años (1879), su padre, Antonio Lanteri decide viajar junto a su esposa Matea Guidi y sus dos hijas, Julieta y Regina, a la Argentina en busca de una tierra de trabajo y progreso.
Los Lanteri viven un tiempo en Buenos Aires y luego se trasladan a La Plata, la nueva Capital de la Provincia de Buenos Aires, recientemente fundada. Allí cursa Julieta su colegio secundario. No sin esfuerzo logra ingresar en el Colegio Nacional donde se recibió en 1895. Dice de ella Ana María De Mena «Julieta Lanteri sorteó las costumbres que le permitieran estudiar en un colegio reservado a los varones e ingresar a la Facultad de Medicina, cuando era un sitio vedado a las mujeres».
Dispuesta a iniciar la carrera de Medicina, Julieta vuelve a Buenos Aires e ingresa en la Facultad de Medicina, donde ya había dos mujeres recibidas: Cecilia Grierson y Elvira Rawson de Dellepiane. Tenía treinta y cuatro años cuando presentó su tesis doctoral, apadrinada por el Dr. Mariano Paunero, bajo el título: «Contribución al estudio del Deciduoma Maligno», que fue aprobada con una calificación de ocho puntos y recibió el grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Julieta Lanteri se convirtió así en la sexta mujer médica graduada en el país y en la primera italiana en alcanzar un título universitario en Argentina. Desarrolló una intensa carrera, puesta al servicio de la salud física y mental de sus semejantes, especialmente las mujeres por cuyos derechos luchó incansablemente, se especializó en enfermedades psíquicas, de la mujer y el niño.

DERECHOS DE LA MUJER

A principios de siglo, en Buenos Aires se inicia una eclosión de movimientos en defensa de los derechos de la mujer y Julieta Lanteri forma parte activa de varios de ellos, siendo cofundadora de la Asociación de Universitarias Argentinas junto a Cecilia Grierson (primera médica graduada en Argentina), Sara Justo (la primera odontóloga argentina), Elvira y Ernestina López (egresadas de la facultad de Filosofía y Letras) y Elvira Rawson de Dellepiane (segunda médica graduada en Argentina).
Constituye el Partido Feminista Argentino y años más tarde, funda la Liga Argentina de Mujeres Librepensadoras. En 1910 contrae matrimonio con Alberto Renshaw, pero este matrimonio sólo duraría unos cuantos meses.

PRIMERA MUJER VOTANTE

En un mundo donde la mujer no tenía derecho al voto, en julio de 1911 después de haber logrado la ciudadanía argentina y se presenta en la dependencia municipal para que su nombre fuera inscripto en el padrón electoral y ante la mirada atónita de la larga cola de varones que hacían cola para votar aquel 23 de noviembre de 1911, logra emitir su voto. De este modo, Julieta Lanteri logra votar en Buenos Aires cuarenta años antes que el resto de las mujeres argentinas.
Más adelante, en las elecciones legislativas de 1920, se presentaría como candidata a Diputada. Su labor superó las dificultades y la incomprensión de una época todavía no preparada para aceptar otro rol de la mujer que no sea como madre y ama de casa. Asimismo, nunca olvidó su barrio, Berazategui, donde familias de antaño atestiguan que pese a su intensa actividad, no dejó de atender a cuanto vecino o paciente lo necesitara... Julieta Lanteri Renshaw falleció en un accidente el 25 de febrero de 1932, muy cerca de cumplir sesenta años. En 1999 el Correo Argentino emite una estampilla en su memoria.
Hoy, Berazategui ha perdido muchos lugares con pasado histórico, como varias casas en el histórico barrio San Francisco, o el Castillo de Ayerza y tantas otras. Podría ser una medida acertada que así como la Municipalidad de Berazategui adquirió empresas en quiebra como Transportadora, o el propio Club Ducilo, acceda a algún tipo de acuerdo con la firmas que posee en venta la casa de Julieta Lanteri -ex panadería «La Chaqueña»- y se destine a algún fin como museo, casa de cultura, etc...

Fuente: Verdad e Investigación
http://www.verdadeinvestigacion.com/noticia.php?id=2126

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