MEDELLIN- PANAMERICANO DE AJEDREZ 2007

Muchas cosas me impactaron de la hermosa ciudad de Medellin, cuando tuve la oportunidadad de visitarla, en julio de 2007, acompañando a mi hijo, al Festival Panamericano de Ajedrez. Me llamó mucho la atención, la particular forma de conducir de los lugareños, a muy alta velocidad, y las marcas con pintura de siluetas humanas en el asfalto, como signo de la muerte que alguna vez consigió la imprudencia, en ese exacto lugar. Pero esa velocidad y ese desorden, parecia compensarse con un clima maravilloso, y el colorido de los vendedores ambulantes.

Se realizó por esos días, una marcha multitudinaria que paralizó la ciudad y la puso en pausa.

Ahi, miles de personas con banderas colombianas y blancas, pedian por la liberación de rehenes y el fin de la violencia.Me invadió una profunda emoción por el compromiso y la lucha de todos por esa causa, y apenas pude entender en esos gritos y en el bullicio de la protesta, la profundidad del drama que atraviesa el pueblo colombiano, cuando vi lágrimas en los ojos de muchos desconocidos hermanos latinoamericanos.

Pero nada me llamó mas la atención, quizás por lo formidable de la idea, que subirme al metrocable y recorrer la periferia de la ciudad, observando, en el centro de las humildes barriadas, gigantescas bibliotecas públicas y centros de participación ciudadana.

Sin dudas, esa "conexión" lograda através de un EFICIENTE MEDIO DE TRANSPORTE, se complementó con un verdadero proceso de inclusión social a través de la educación y la cultura entre dos realidades sociales opuestas, que muchos siempre auguran como imposible o inutil. Medellín demostró que puede trabajarse a largo plazo en mejorar la calidad de vida de sectores postergados, y que el resultado puede ser asombrosamente positivo.