Periodismo-Tendencias
Presentación del documental "La vereda de la sombra"
El pasado 1 de noviembre, se presentó el documental "La vereda de la sombra" en el marco de la Primera Jornada sobre Fabián Polosecki: "Encontrar lo extraordinario en lo cotidiano", en el Salón Auditorio de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Luego se abrió un debate acerca del mito de "Polo", y su legado para el periodismo.
¿Quién era Polo?
La mayor parte del mito, parece estar ligado a su misteriosa decisión de quitarse la vida, pero Fabián Polosecki, comenzó en realidad a construir su verdadero mito en sus "extraños" programas y entrevistas, que alcanzaban picos de audiencia en ATC (canal 7), un canal acostumbrado a estar bajo la sombra de los números escasos.
Polo, irrumpió en el canal estatal con el llamativo programa "El otro lado", en 1993 y continuó con el mismo al año siguiente. Desde allí, mostró una nueva estética de producción del mensaje, logrando una mezcla de mirada intimista, cercana, indagando a sus personajes con profundidad asombrosa, manejando magníficamente los silencios, y poniéndose él, en un plano, de casi ausencia.
Para el mundo del periodismo, Polosecki provocaba un dilema y su formato documental, mezcla de ficción-literaria y realidad cotidiana se transformaba en un sello inconfundible y era de inmediato objeto de culto.
Si algo se notaba en cada abordaje, era el absoluto respeto por el entrevistado, su pasión por descubrir sin forzar nada, dejando en absoluta soltura cada respuesta del otro, y creando en cada hombre o mujer simple, un verdadero personaje.
Las historias contadas, se iniciaban con un relato en off e imágenes de un Polo indagando por las cercanías de lo que buscaba. Poesía y ficción eran sus herramientas para llegar a lo simple y desgranarlo, mostrarlo hasta lo más profundo.
Según el profesor Luis Barreras, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, con él se instala una nueva forma de razón, la razón de la imagen, "Su estilo-continuó- marcó cambios en otros formatos. No puede hablarse por ejemplo de un nuevo cine argentino, sin remitir a él".
Parecidos.
Es inevitable efectuar una comparación con los programas que lo imitaron, con una mayor producción y una estética renovada, acomodada a los nuevos tiempos, con "Ser Urbano" y "Humanos en el camino", en Gastón Pauls. Es justo aclarar que la imitación no es una burda copia, sino que se renueva diez años mas tarde y reconoce su verdadera identidad de origen.
Gastón se manifestó como fanático de Polo y promovió que los programas del 93-94 se emitieran nuevamente por el canal abierto de la ciudad de BsAs.
Antes de llegar a la TV, Polo era un periodista que no parecía encontrarle la vuelta a lo que quería o no llegaba a descubrir sus verdaderas potencialiddades. Tuvo un breve paso por Diario Popular, pasó por la revista "Radiolandia 2000", y por la mítica "Fierro" (1984), en donde parecía estar más cómodo por su afinidad con las historietas.
Allí, entre historias de Oesterheld (El eternauta), y Ricardo Piglia, había una columna llamada "tuercas y tornillos" que armaba él. Llegaría al diario de izquierda "Sur", donde estaría hasta su cierre. Polo se llevaría de la redacción su máquina de escribir, la misma que aparece posteriormente en sus programas de televisión.
Fabián Polosecki, modificó el modo de vincular el periodismo televisivo con el sujeto social. Construyó una marca registrada, con su transparencia y su búsqueda incansable hacia la verdad, transformando lo que parecía cotidiano y simple, rutinario, repetitivo, en un mundo increíble y complejo, una realidad fascinante a través de su mirada.
El pasado 1 de noviembre, se presentó el documental "La vereda de la sombra" en el marco de la Primera Jornada sobre Fabián Polosecki: "Encontrar lo extraordinario en lo cotidiano", en el Salón Auditorio de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Luego se abrió un debate acerca del mito de "Polo", y su legado para el periodismo.¿Quién era Polo?
La mayor parte del mito, parece estar ligado a su misteriosa decisión de quitarse la vida, pero Fabián Polosecki, comenzó en realidad a construir su verdadero mito en sus "extraños" programas y entrevistas, que alcanzaban picos de audiencia en ATC (canal 7), un canal acostumbrado a estar bajo la sombra de los números escasos.
Polo, irrumpió en el canal estatal con el llamativo programa "El otro lado", en 1993 y continuó con el mismo al año siguiente. Desde allí, mostró una nueva estética de producción del mensaje, logrando una mezcla de mirada intimista, cercana, indagando a sus personajes con profundidad asombrosa, manejando magníficamente los silencios, y poniéndose él, en un plano, de casi ausencia.
Para el mundo del periodismo, Polosecki provocaba un dilema y su formato documental, mezcla de ficción-literaria y realidad cotidiana se transformaba en un sello inconfundible y era de inmediato objeto de culto.
Si algo se notaba en cada abordaje, era el absoluto respeto por el entrevistado, su pasión por descubrir sin forzar nada, dejando en absoluta soltura cada respuesta del otro, y creando en cada hombre o mujer simple, un verdadero personaje.
Las historias contadas, se iniciaban con un relato en off e imágenes de un Polo indagando por las cercanías de lo que buscaba. Poesía y ficción eran sus herramientas para llegar a lo simple y desgranarlo, mostrarlo hasta lo más profundo.
Según el profesor Luis Barreras, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, con él se instala una nueva forma de razón, la razón de la imagen, "Su estilo-continuó- marcó cambios en otros formatos. No puede hablarse por ejemplo de un nuevo cine argentino, sin remitir a él".
Parecidos.
Es inevitable efectuar una comparación con los programas que lo imitaron, con una mayor producción y una estética renovada, acomodada a los nuevos tiempos, con "Ser Urbano" y "Humanos en el camino", en Gastón Pauls. Es justo aclarar que la imitación no es una burda copia, sino que se renueva diez años mas tarde y reconoce su verdadera identidad de origen.
Gastón se manifestó como fanático de Polo y promovió que los programas del 93-94 se emitieran nuevamente por el canal abierto de la ciudad de BsAs.
Antes de llegar a la TV, Polo era un periodista que no parecía encontrarle la vuelta a lo que quería o no llegaba a descubrir sus verdaderas potencialiddades. Tuvo un breve paso por Diario Popular, pasó por la revista "Radiolandia 2000", y por la mítica "Fierro" (1984), en donde parecía estar más cómodo por su afinidad con las historietas.
Allí, entre historias de Oesterheld (El eternauta), y Ricardo Piglia, había una columna llamada "tuercas y tornillos" que armaba él. Llegaría al diario de izquierda "Sur", donde estaría hasta su cierre. Polo se llevaría de la redacción su máquina de escribir, la misma que aparece posteriormente en sus programas de televisión.
Fabián Polosecki, modificó el modo de vincular el periodismo televisivo con el sujeto social. Construyó una marca registrada, con su transparencia y su búsqueda incansable hacia la verdad, transformando lo que parecía cotidiano y simple, rutinario, repetitivo, en un mundo increíble y complejo, una realidad fascinante a través de su mirada.
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