MICRORELATO- ENCUENTRO

Hoy amaneció diferente. Un fantasma invisible nos atrapó de repente en nuestros lugares. Apenas podemos movernos o salir. Apenas podemos soñar con lo que queriamos tanto. Nos han quedado los abrazos suspendidos en el deseo de encontrarnos, y las risa, temerosas, se escondieron fuera del infierno real. 

Hasta que vengan los mejores tiempos, debemos llorar lo justo y necesario. Debemos ser pacientes y frenar nuestros besos, debemos respirar un aire sospechoso y traicionero. Sabemos con la fuerza de nuestras palabras, que pelearemos con el afuera y con el mañana. Sabemos también, que el mejor remedio será el encuentro.

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