FRECUENCIAS 4G y TDA

Es una mirada mezquina afirmar que “perderán frecuencias las universidades” y que no habrá lugar en el espectro para nuevas señales. Solamente mirando la realidad televisiva con ojos del siglo pasado puede afirmarse eso.

Hay lugar, como prevé la Ley 26522, para frecuencias públicas provinciales, universidades nacionales, pueblos originarios, Iglesia Católica, privados sin fines de lucro y privados comerciales pues la multiplexación digital, que significa utilizar anchos de banda de 6 mhz para más de una señal (hasta 4), garantiza esos lugares.

No opinamos sobre una decisión de política de telecomunicaciones como lo es la liberación de espectro para la telefonía 4G, pero la creemos necesaria para una mejor utilización de la telefonía celular al tiempo que también permitirá una mejor difusión de la TDA en terminales móviles, y sí es cierto que algunas frecuencias asignadas provisoriamente entre canales 51 y 69 deberán migrar para hallar su nueva ubicación, cosa que garantizaremos absolutamente.

Aclaramos que en la región Amba se puede multiplexar los canales ya asignados 21 y 32 con lo que se abren no menos de 6 señales nuevas. No está todo dicho sobre las frecuencias 26 y27 y desde el 38 al 46 que son de uso comercial multiplicado lo que entra en cierta complejidad a la luz de la ley de SCA y, finalmente, la guarda de no interferencia no precisa utilizar desde el 47 al 51 bastando, tal vez con dos de ellos. Todo esto nos coloca ante una disponibilidad interesante para continuar el despliegue de la TDA. Ahora bien, si quieren desde medios concentrados e interesados en otras formas de televisión como el cable, debatir lo que venimos realizando, estamos dispuestos a compartir cuantos foros deseen pero no vamos a dejar de responder con nuestras verdades los títulos periodísticos que carezcan de certezas o informen con clara tendencia descalificadora.

La TDA, televisión digital abierta es una política pública que combina innovación tecnológica con aplicabilidad social. Es el primer paso dado hacia un nuevo paradigma productivo basado en lo digital y que entornará múltiples actividades industriales y de bienes y servicios. Por eso cuando nuestro gobierno en 2009 y con la firme decisión que impulsa la presidenta, inicia el camino de digitalizar la tv abierta, apunta al futuro productivo de la Nación poniendo la capacidad del Estado al servicios de la fabricación nacional, la generación de empleo, la capacitación de trabajadores y profesionales, el surgimiento de un diferente modelo cultural y la apertura académica de un nuevo universo del saber que es el de las comunicaciones digitales. Es incompleto y anacrónico caracterizar la televisión digital fuera de estos datos. Y también, y no es un dato menor, define geopolíticamente nuestra inclusión en un espacio regional que tributa la misma norma técnica (IDSB-T), lo que habilita desarrollos políticos, culturales y comerciales con nuestra América cercana.

Al tiempo que la TDA consolida su ubicación infraestructural que hoy cuenta con 83 Estaciones Digitales de Transmisión cubriendo casi el 90 % poblacional del país, se avanza en dos aspectos claves y diferenciados del modelo analógico, por un lado la cuantía agregada de la interactividad (middleware Ginga) que marca distancias de renovación y originalidad ante la vieja televisión y por el otro el fuerte trabajo, intenso y productivo en conjunto con las Universidades Nacionales en la creación de los Polos Audiovisuales Tecnológicos que convocan a cooperativas y organizaciones sociales afines al sector televisivo, pymes audiovisuales, productores independientes, televisoras comunitarias, organismos públicos locales, entre otros, para forjar un modelo de industria cultural que democratice el acceso a la televisión abierta y cree nuevas fuentes de empleo. Cada una de estas usinas regionales trabaja produciendo ficciones, programas periodísticos, de cultura y entretenimiento bajo la premisa de que hay que equilibrar el sistema televisivo argentino que durante décadas dependió de lo producido por los canales de televisión de la Capital Federal.

Y se suma, a todo esto, el Programa de accesibilidad que garantiza que los sectores más vulnerables desde lo económico y lo social accedan gratuitamente al uso de un conversor, elemento necesario para que con los viejos televisores y sin tener que gastar en compra alguna, puedan ver la cantidad de señales (entre 18 y 26) que transmite la TDA. La TDA no sólo es la garantía de información, entretenimiento y de oferta cultural, sino también un medio hacia la plena inclusión. Y agregamos recientemente por claras instrucciones de la Presidenta Cristina F.de Kirchner y merced a un apoyo absoluto del Ministro de Planificación Arq. De Vido la fabricación de conversores con accesibilidad para personas con discapacidad, básicamente visuales, auditivas, de motricidad y de límites de comprensión con lo que ampliamos el modelo inclusivo a este importante espacio de la sociedad, generalmente invisibilizado.

Por supuesto que trabajamos inicialmente con la TV Pública en virtud de su propio rol pero jamás descartamos la colaboración con los canales privados a quienes asistimos en su digitalización para que se sumen cuanto antes (algunos ya lo hacen) a la oferta televisiva digital.

Somos la cobertura tecnológica y física en lo territorial de la Ley 26.522 de SCA. Apostamos, con hechos concretos, al surgimiento de nuevas voces, a la federalización de contenidos que muestren la inmensa riqueza cultural e histórica de nuestra provincias y localidades del interior y bregamos todos los días por la consolidación de nuevas frecuencias en el espacio del 33% reservado por la Ley a privados sin fines de lucro.

*Osvaldo Nemirovsci, Coordinador General del Sistema Argentino de Televisión Digital, en respuesta a la nota publicada hoy por el diario Clarín

Ver nota: ("Perderán sus frecuencias de TV digital 15 universidades nacionales": http://www.clarin.com/politica/Perderan-frecuencias-TV-universidades-nacionales_0_1144085700.html)

  

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